Situado en suelo no urbanizable, dentro de un paraje del Priorat y rodeado por valles y viñedos, se recupera la “Masía Pequeña” del conjunto histórico con el fin de dar alojamiento a los socios de una entidad vitivinícola privada. Con un total de 227,47 m2 construidos, exteriormente se recupera la imagen de la masía tradicional catalana e interiormente se habilitan dos generosas suites, un tercer dormitorio, un baño comunitario y varios espacios de estar, cocina y ocio. La combinación entre la arquitectura tradicional del lugar y las últimas tendencias arquitectónicas favorecen la integración en el paisaje y a su vez confieren, al espacio interior, practicidad y una imagen actual.